El culto a la cáscara nos ha confundido
¡¡tanto tiempo!! Y es distinto al empeño
de honrar y cuidar ese pedacito de Madre Tierra que es nuestro cuerpo, y que a
través de nuestras amadas semillas biológicas nos ha sido entregado en total
confianza de su cuidado.
El culto a la cáscara surgió cuando las
mujeres aceptamos el programa de complacer el antojo masculino para poder
sobrevivir… y eso fue de la mano con aceptar el programa de competir entre
nosotras, de opacarnos mutuamente para que el brillo de las otras no nos sea
una amenaza. Surgió cuando tomamos el
modo de rechazar la expresión de nuestros genes porque no se parece a la del
referente de turno (ya vemos que en las distintas épocas el referente cambia),
cuando nos convencimos de que ser quien y como somos no es suficiente.
Bon…, ese es un hilo de base en el mal-cuento
machiarcal…, impresionar al hombre se transformó en un medio de sobrevivir, de
tener un espacio ‘mejor parado’ en la tribu, en el clan, en la sociedad… y aun
cuando es un modelo de lo más vetusto y obsoleto, sigue haciendo estragos en
nuestro subconsciente, precisamentecorazón porque nuestro condicionamiento
automático (nutrido por 210 generaciones) lo asocia con ‘tener valor’ 😜.
Amar nuestro cuerpo de diosas es salir-nos
de la parafernalia de TENER QUE decorarlo todos los días para que tenga brillo 🤔, entregando nuestro poder (o
al menos haciéndonos cómplices) a las industrias
de la moda, del maquillaje, de la publicidad…, y en el proceso olvidándonos de
que la BELLEZA justamentecorazón está en permitirle que sea como es, expresando
y floreciendo su propia naturaleza y los genes elegidos DESDE la esencia
preciosa que traemos a esta experiencia terrenal.
Amar nuestro cuerpo de diosas es cuidarlo
para que sea un maravilloso Templo y cumpla a cabalidad su función, en el
amplísimo sentido…, que claramentacorazón incluye GOZAR de los sentidos y del
pulso sagrado de la Vida que es la sexualidad.
¿Es distinto cuando nos relacionamos con
esas industrias de manera consciente?
Pues si…, MUY distinto… y lo distinto es justamentecorazón que nos
salimos del culto a la cáscara porque empezamos a ponderar qué nos representa y
qué es una mera repetición de lo que hace la corriente…, si me atrevo a ser yo
misma o sigo camuflándome en el modelo para no desentonar…, si soy leal con mis
gustos y tendencias o con lo que de mí dirán laos demás y etc.
210 generaciones de manipulación es más que
suficiente. Mi sentir hermosas es que ya
es requete buen tiempo de mandar lo manipulativo a la chuña y ejer-Ser-nos
desde nuestra libertad, desde nuestra naturalidad, desde nuestra autenticidad.
Salirnos del culto a la cáscara… es sacarnos grilletes grandes y pesados.
¡¡Elijo mi libertad!! aaauuuuuuuuuu
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